jueves, 16 de junio de 2011

Dédalo e Icaro

Se cuenta que en la isla de Creta existia el rey Minos, el cual encargo al inventor Dedalo, el diseño y la construccion del laberinto de Creta, donde encerrarian a su hijo(el Minotauro, ), el asunto que fue encerrado con su hijo Icaro, con el asunto de no dejarlos salir y revelar el secreo del laberinto, Dédalo contruyó unas alas con las plumas de las aves pegadas con cera , así con esto descubrieron que podian volar y escapar de la isla, cuando Icaro en ansias de subir mas arriba se acerco al sol , el cual por castigo a la soberbia del joven de llegar mas lejos derritio sus alas y cayo al mar falleciendo en el acto.

TESEO

El Rey Minos,esposo de Creta, tenía varios hijos: Ariadna, Fedra, Glauco, Catreo, pero su predilecto era Androgeo, joven fuerte y vencedor en el gimnasio y la palestra.

Cuando en Atenas se organizaron los juegos en honor de Palas Atenea, se reunieron los mejores atletas griegos, y allí partió Androgeo, para medirse con los más fuertes paladines de la Hélade, con el beneplácito de Minos, quien esperaba a su hijo regresar con la corona del triunfo.

El joven príncipe logró vencer en todas las pruebas a sus rivales, los mejores campeones de la ciudad. Pero los atenienses, en lugar de victorearlo, hicieron recaer su furia sobre él, por haber derrotado a sus luchadores, y esa misma noche le dieron muerte.

Al recibir la noticia el Rey Minos, sintió un inmenso dolor, pero inmediatamente se despertó en él un irrefrenable deseo de venganza, y marchó con un numeroso ejército a sitiar a Atenas, hasta que logró que se rindieran incondicionalmente, e impuso condiciones y penas terribles.

Entre sus condiciones, estableció que durante nueve años, los atenienses debían enviar a la isla de Creta a siete robustos jóvenes y a siete doncellas, quienes serían las víctimas que se ofrecerían para ser devorados por el minotauro.

El minotauro, mitad hombre y mitad toro, vivía en un laberinto, cercano a Cnosos, capital de Creta. Estaba encerrado en dicho laberinto y se alimentaba de carne humana, de esclavos y prisioneros de guerra, así como los jóvenes atenienses, que enviaba el rey Minos.

Año a año, llegaban los mensajeros de Creta a elegir a sus víctimas.

Al tercer año, un joven y gallardo joven hijo del rey ateniense Egeo, llamado Teseo, se ofreció voluntariamente, pues se consideraba capaz de enfrentar y dar muerte al minotauro.

Ariadna, quien escuchó el diálogo, secretamente, por la noche se acercó al joven y le entregó un puñal y un ovillo de hilo, diciendo:

Con este puñal mágico, podrás atravesar el corazón del minotauro, y si sigues el hilo de este ovillo podrás hallar la salida.

Agradecido quedó el joven Teseo, y penetró en el laberinto, desenvolviendo el ovillo de hilo. Durante horas recorrió el laberinto hasta enfrentarse con la bestia. Después de ardua lucha, logró atravesar el corazón del monstruo con el puñal que le entregara la bella Ariadna. El minotauro expiró entre convulsiones. Y Teseo rescató a sus compañeros, con los que emprendió el camino de regreso siguiendo el hilo.

Fue aclamado por la gente de Cnosos por haberlos liberado del monstruo y del salvaje castigo que año a año debían tributar al minotauro.

Teseo, victorioso, regresó a Atenas en su nave con las velas desplegadas.

domingo, 5 de junio de 2011

Edipo

Edipo era hijo de Layo y Yocasta, los reyes de Tebas. El oráculo advirtió a Layo que sería asesinado por su propio hijo. Decidido a rehuir su destino, ató los pies de su hijo recién nacido y lo abandonó para que muriera en el monte. Un pastor recogió al niño y se lo entregó a Pólibo, rey de Corinto, quien le dio el nombre de Edipo (pie hinchado) y lo adoptó como su propio hijo. El niño no sabía que era adoptado y, cuando un oráculo proclamó que mataría a su padre, abandonó Corinto. Durante su travesía, encontró y mató a Layo, sin saber que era su padre por una discusión que tuvieron.
Edipo llegó a Tebas, acosado por un monstruo espantoso, la Esfinge, que andaba por los caminos que iban a la ciudad, matando y devorando a todos los viajeros que no sabían responder al enigma que les planteaba. Cuando Edipo resolvió acertadamente el enigma, la esfinge se suicidó. Creyendo que el rey Layo había muerto en manos de unos asaltantes, y agradecidos al viajero por librarlos del monstruo, los tebanos lo recompensaron haciéndolo su rey y dándole a la reina Yocasta por esposa. Durante muchos años la pareja vivió feliz, sin saber que ellos eran en realidad madre e hijo.
El oráculo proclamó que debía ser castigado el asesino de Layo. Edipo descubrió que involuntariamente había matado a su padre. Atribulada por su vida incestuosa, Yocasta se suicidó y, cuando Edipo se dio cuenta de que ella se había matado y que se condenaba a sus hijos, se quitó los ojos y abandonó el trono. Vivió en Tebas varios años pero acabó desterrado. Acompañado por su hija Antígona, vagó durante muchos años. Finalmente llegó a Colono, un santuario cerca de Atenas consagrado a las Euménides. En este santuario para suplicantes murió Edipo, después de recibir la promesa del dios Apolo de que el lugar de su muerte permanecería sagrado y otorgaría un gran beneficio a la ciudad de Atenas, que había dado refugio al vagabundo.